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16 ene 2017

Jeanne Maisonhaute (Quatour Tana): "La música saturada es, a la vez, salvaje y poética"


Jeanne Maisonhaute.
El Cuarteto Tana se ha convertido, en poco tiempo, en uno de los conjuntos más audaces de la música de hoy. Jeanne Maisonhaute es su violonchelista, una inquieta creadora que concibe su instrumento como un vasto campo de exploración sonora.

Arditti, JACK, Diotima y Tana. ¿Son ustedes los cuatro grandes cuartetos de cuerdas dedicados a la música contemporánea?

Es cierto que somos los cuatros dedicados a la creación contemporánea. El Cuarteto Arditti es el mas antiguo de los cuatro, fundado por el violinista Irvinne Arditti en 1974. La  diferencia entre nosotros consiste fundamentalmente en que los Arditti y el Jack se dedican sobre todo a la música contemporánea y a la música de principios del siglo XX.

Nosotros, por el contrario, queremos situarnos en una tradición de cuartetos como los  LaSalle y Parrenin, que mezclaban en sus repertorios y conciertos cuartetos de Haydn con estrenos absolutos, mostrando así la evolución del lenguaje musical a través de las épocas, sin crear rupturas. Esto nos permite crear una cohabitación con las tradiciones del pasado y del presente. El primer violín del cuarteto La Salle, Walter Levin, durante una de sus clases magistrales sobre el Opus 18 de Beethoven nos dijo: «¡Tienen ustedes que crear la tradición!», en referencia al nuevo repertorio.

Un disco como Shadows cobija a los compositores de lo que se ha dado en llamar 'música saturada'. ¿Cómo es la interpretación de estas partituras?


La interpretación de esta música llamada saturada es muy exigente porque nos obliga a reconsiderar nuestro enfoque de la materia sonora. Hemos de explorar así nuevas técnicas de toque, modificando la relación entre la presión y la velocidad del arco. También cambia nuestra manera de apoyar los dedos y mediante los cambios de posición de nuestros arcos hemos podido crear toda una nueva paleta de sonidos. Es como una extensión de todas las técnicas clásicas que ya tenemos aprendidas.

¿Cree que, de algún modo, las obras de Raphaël Cendo o Franck Bedrossian conectan con públicos ajenos a lo académico y más familiarizados con la música electrónica o el  rock?


Las obras de Cendo y de Bedrossian claramente quieren ir mas lejos que lo que habían hecho antes en su músicas compositores como Helmut Lachenman o Pierre Henry. Estas obras provocan (en el sentido de 'estimulan') por igual al intérprete y al oyente. Cendo viene del rock aunque tiene también, como Bedrossian, una formación clásica a través del piano. Es un compositor de extremos, con una música a la vez poética y salvaje. Por otra parte, la escritura de Bedrossian es muy refinada y delicada. Los dos tienen su manera propia de utilizar la saturación.

Sus creaciones podrían seguramente conectar con un publico menos familiarizado con la música clásica porque tienen una energía y unos sonidos transgresores muy cerca de la música electrónica y el rock más agresivo. Pero a la vez también son obras muy visuales por las técnicas de ejecución que empleamos cuando las tocamos. De hecho es fácil que creemos la ilusión de estar mas en un concierto de rock que en un concierto “clásico”.



¿Por qué cree que para el cuarteto de cuerda se siguen escribiendo algunas de las obras más transgresoras de la modernidad?

El cuarteto de cuerda es como un laboratorio en el que los compositores tienen la libertad de intentar buscar nuevos materiales y formas. Se trata de una formación maleable, flexible, para la cual se han escrito algunas de las más grandes obras maestras.

¿Qué relación tienen con la música contemporánea española?

En 2016 hemos grabado el Cuarteto de Joan Guinjoan y también el de Hèctor Parra, Aracne. Además, mantenemos una estrecha colaboración con jóvenes compositores iberoamericanos como Víctor Ibarra, Januibe Tejera, Juan Arroyo y Miguel Farias.

¿Cree que es interesante para su grupo abordar obras de Lachenmann, Ferneyhough o Harvey, que ya han tocado otros importantes grupos como los Ardittis?

Las obras de Lachenmann, Ferneyhough y Harvey son ahora parte del repertorio del cuarteto de cuerda de los siglos XX y XXI. Así como los más importantes grupos  tocaron los cuartetos de Beethoven o Debussy, nos parece importante integrar la obra de estos valiosos compositores contemporáneos en nuestro repertorio. Las diversas versiones existentes de estas piezas nos dan la evidencia de la diversidad de interpretaciones que una partitura contemporánea puede suscitar.

¿Qué les motivó a grabar Different trains, Steve Reich, entrando en competencia con la versión canónica del Kronos Quartet?


La idea de grabar los dos cuartetos con banda electrónica (Different trains & WTC 9/11) de Steve Reich nace por la voluntad del productor de MegaDisc, Serge Thomassian. Su deseo fue la de hacer esta grabación reproduciendo las condiciones de una versión en vivo. Esto conllevó la necesidad de volver a grabar de nuevo toda la parte electrónica. Luego la parte electrónica fue difundida por los altavoces mientras tocábamos, todo en la disposición exactamente deseada por Reich. Finalmente, la grabación es el resultado de la simbiosis entre la parte instrumental y la parte electrónica en vivo. En otras grabaciones disponibles en el mercado la parte instrumental y la parte electrónica se superponen en el montaje y no crean un diálogo musical en vivo.

¿Creen ustedes que la música de Reich se presta a múltiples lecturas?


Sí, desde luego. Por nuestra parte, hemos elegido un enfoque clásico en busca de un sonido de cuarteto de cuerda cálido, redondo, casi lírico, que nos permite expresar nuestra visión del drama expuesto en estos dos cuartetos. Para la grabación de la parte electrónica hemos decidido utilizar, por contra, un estilo más frío, más neutral, que nos ha posibilitado poner de manifiesto el contraste entre la electrónica y la parte instrumental. La mezcla de los dos, desde nuestro punto de vista, da una lectura mas enriquecedora de lo que puede ser la interpretación de la música repetitiva.

¿Cuáles serán sus próximos proyectos discográficos?

Un CD monográfico -Eclerectic Attracta- dedicado al compositor belga Baudoin de Jaer saldra a la venta en Bélgica bajo el sello SubRosa. Contiene tres cuartetos de los cuales uno, Kandwandoo, esta dedicado a nosotros y un trío de cuerdas. Un maravilloso viaje a través de la escritura de este magnífico compositor que vale la pena descubrir.

Ya en marzo grabaremos la segunda parte de Shadows con un CD dedicado a la música electrónica. Combinaremos las obras escritas para nosotros (Deejay, de Gilbert Nounod), obras de repertorio (Cuarteto N°4, de Jonathan Harvey) y los cuartetos compuestos especialmente para nuestros TanaInstruments (Smaqra, de Juan Arroyo, Clusterfuck, de Remmi Canedo, encargo del Festival Manifeste 2016 y Dissidence 4, de Christopher Havel). Este es un proyecto muy importante para nosotros pues nos permitirá hacer dar a conocer al publico otra parte fundamental de nuestro trabajo, el de la investigación y el de la innovación.

¿Tienen algún concierto en España en su agenda?

2017 es un año de giras fuera de Europa en donde iremos al encuentro del publico tunecino, asiático e iberoamericano para compartir nuestro entusiasmo sobre la música que nosotros defendemos. Estaremos en España muy probablemente en el año 2018 con estrenos de compositores españoles.

Una versión extractada de esta entrevista se publicó en el suplemento cultural Aladar, de El Correo de Andalucía, el 14 de enero de 2017.

17 may 2011

Franck Bedrossian, 'Manifesto'




















Franck Bedrossian (1971-)
1.- It pour sept instruments (2004-07) 14:58
2.- La solitude du coureur de fond pour saxophone alto (2000) 6:12
3.- Tracés d'ombres pour quatour à cordes (2005-07) 10:55
4.- Manifesto pour huit instruments à vent (2008) 6:48
5.- Bossa Nova pour accordéon (2008) 7.32
6.- Propaganda pour quatour de saxophones et électronique (2008) 8:00
Ensemble 2e2m. Pierre-Stéphane Meugé, saxofón.
Pascal Contet, acordeón. Quatour Habanera. Pierre Roullier, director.
AEON (1106)
Distribuye en España: Diverdi

Audición: Propaganda (2008)


En este espacio de la red venimos defendiendo en múltiples textos que la vanguardia  dista mucho de ser un cadáver. El término es de plena actualidad, se regenera y se bifurca por innumerables senderos. Otro tema es que el foco de quienes rigen y mercadean con el arte se haya vendido al mejor postor a favor de la difusión del panfleto social de qualité (acúdase a cualquier feria de arte contemporáneo para comprobarlo) antes que a lo puramente creativo, menospreciando aquel famoso y siempre reivindicable axioma l’art pour l’art.  Asunto distinto es también que la vanguardia, cuando nace en pleno siglo XXI, no tiene ese fervor dogmático de antaño, aunque sí su marchamo de resquebrajamiento con lo anterior, de proponer algo verdaderamente nuevo (o casi).

Por fortuna la música, por sus características inherentes, se ha venido manteniendo algo más ajena a la sublimación estilística de los titulares de los periódicos (hay excepciones, caso de las muy poco interesantes propuestas en este sentido de compositores como John Adams, María de Alvear o Mark-Anthony Turnage, entre otros muchos) en beneficio de la concentración en el puro y abstracto material sonoro, del que pueden extraerse infinitas intertextualidades cuando el creador es habilidoso. 

Viene a colación lo anterior de la fundación, sin fecha definida ni manifiesto mediante, de la ‘música saturada’, denominación a la que se adscriben, con militancia más o menos vehemente, autores como el que nos sugiere estas líneas y mentor estético Franck Bedrossian (París, 1971), Raphaël Cendo (París, 1975) –el más radical practicante, oígase por ejemplo Décombres (2006)-, Yann Robin (Courbevole -France-, 1974) y Dmitri Kourliandski (Moscú, 1976). La lista podría incluir más nombres (como, puntualmente, el desaparecido Fausto Romitelli y su, por más que errático, profético Professor Bad Trip) pero su filiación con esta escuela sin sede y sin decálogo aparente es más dudosa, por lo que no procede su enumeración aquí. 

Para conocer en profundidad todo lo que atañe al concepto de música saturada es de referencia el estudio, disponible en castellano en la revista digital Espacio Sonoro, del artículo El bello arte del ruido: La saturación en la música contemporánea en los últimos 20 años, debido al musicólogo Germán Alonso. Sí señalaremos cómo la saturación como concepto estético protagónico de un ideario bebe de principios tomados del futurismo, la música concreta, las nuevas técnicas instrumentales introducidas por Helmut Lachenmann, el espectralismo post-Murail, y a juicio del citado Alonso, también la música popular. Es en este punto donde disentimos, ya que si bien, y tal y como  se encarga de citar, nombres como los de Pink Floyd y The Beatles -con su sobrevalorado White album- pueden resultar precedentes más o menos obvios,  hay otros cuyo impacto sobre los imaginarios de Bedrossian & Cía nos parecen aún más evidente. Piénsese directamente en propuestas ajenas a la esfera pop y centradas en el noise experimental de artistas como Merzbow, Whitehouse o Daniel Menche, para seguir la pista al virulento sudor que emanan las partituras instrumentales de los compositores que nos ocupan.

El sello francés AEON parece llamado a erigirse en defensor de las propuestas de estos enfants terribles de la música actual. Acaba de salir al mercado un monográfico Bedrossian, en 2012 aparecerá otro consagrado a Räphael Cendo y para 2013, el miembro más joven, Dmitri Kourliandski también contará con tarjeta de visita. A Bedrossian el discófilo ha podido venir siguiéndole la pista desde tiempo muy reciente. El -no sabemos si fenecido- sello galo Sismal Records publicó en 2008 un cedé que contenía cinco obras ejemplares para penetrar en la música saturada de Bedrossian. Ahí estaban Charleston (2007) en una magnífica lectura del exquisito Ensemble L’Itineraire y la aguerrida y generosa en decibelios Transmission (2002) para fagot y electrónica en otra portentosa interpretación de Brice Martin. 

Poco después, el pasado año, NEOS dedicaba el segundo volumen de su repaso anual al Festival de Donaueschingen a tres compositores: Franck Bedrossian, Raphaël Cendo y un joven norteamericano cercano a los planteamientos de aquellos dos al que convendría seguir la pista, Christopher Trebue Moore (1978). Del primero el Ictus Ensemble, dirigido por George-Elie Octors, despachaba Swing (2008), obra para once instrumentos cuyo título -al igual que el ya citado Charleston u otro, Bossa Nova (2008) para acordeón- hablan del gusto del francés por ironizar sobre diversas músicas populares partiendo de mínimos planteamientos rítmicos coincidentes que son deformados y desviados ahogándose así la posible referencia en un océano acústico denso y, a menudo, impenetrable.

Afirma Omer Corlaix en las notas del disco que reseñamos de AEON que “la música de Bedrossian integra la energía sonora de un Edgar Varese con el gesto sonoro del free-jazz”. Como puede intuirse, dado lo novedoso del material y su reivindicación como invención propia, no existe consenso meridiano al respecto del cóctel que se agita bajo el paraguas de música saturada (donde la tímbrica, la textura y la dinámica aparecen comprometidas por una intención compresiva). El compositor francés asegura que sus principales referencias son, no por sorpresa, sus principales maestros: Gérard Grisey –con quien estudió en el Conservatorio Nacional Superior de Música de París- y Helmut Lachenmann –con quien coincidiría durante una residencia en Hamburgo en la academia del Ensemble Modern-.

Bedrossian, al igual que el célebre compositor alemán, pone en solfa la cuestión del sonido bello que ha sustentado durante siglos la música occidental. Por ello, y siempre según su punto de vista, la saturación, término que liga a ‘monstruosidad’, sirve para “ir más allá de los criterios estéticos”: “El sonido saturado proyecta una multitud de referencias culturales y emocionales. En el mundo de los sonidos la saturación corresponde con la ausencia de una idea fija y motora, distorsiona en definitiva el sonido tradicional. Ello conllevará el empleo de una notación extraordinariamente compleja que debe ser desentrañada por el intérprete y la opción, a libre decisión, del recurso a la electrónica como objeto interferente. 

En la escucha del monográfico que propone AEON salen mejor paradas las piezas para ensemble antes que las concebidas para instrumentos solistas, así como también parecen más caras a la orientación estética del compositor los conjuntos heterogéneos y, en todo caso, las familias de viento y percusión antes que, pongamos por caso, la cuerda. Es así que la pieza más decepcionante del álbum es el cuarteto Tracés d’ombres (2005-07) porque a pesar de que accelerandos y rallentandos configuran las técnicas principales de la partitura el conjunto no logra despegar el vuelo, no advirtiéndose aquí la densidad que se le supone, ni prácticamente huella alguna de una estética propia. Es como si el peso histórico del formato hubiera acabado por engullir al músico. Todo lo contrario que sucede en la obra que abre el disco, It (2004-07) y que Bedrossian emparenta en una cuasi-trilogía con CharlestonSwing.  El Ensemble 2e2m, que dirige Pierre Roullier, acierta plenamente con el juego de tensiones que despliega la partitura en sus quince minutos. La música fluye con una naturalidad que, efectivamente, parece tener ecos del free-jazz y el carácter falsamente improvisatorio de la composición incide en la insobornable capacidad de sugerencia de una obra que se nos presenta como nueva en cada escucha.

Manifesto (2008) para ocho instrumentos de viento resulta en su brevedad una  pieza emblemática por su carácter acumulativo hasta llegar a la masa sonora informe y distorsionada.  Está aquí el Varèse de Intégrales (1925) en el uso primitivista, indomable, del sonido. Lástima que Bedrossian aborte el discurso demasiado pronto y no dé alas a un mayor salvajismo sonoro en la última sección que parece pedir a gritos una desembocadura en el caos. De las dos piezas para instrumento solista -La solitude du coureur de fond (2000) y Bossa Nova (2008)- nos quedaremos con la primera de ellas, para saxofón alto, a cargo de Pierre-Stéphane Meugé. La obra, que ya se encontraba registrada en el referido disco de Sismal con otro solista, Jérôme Laran, tiene aquí una toma de sonido más óptima, muy cercana al micrófono, también una lectura menos escolástica, más desatada. El intérprete derrama cascadas de armónicos y alcanza cotas de excelencia en la distorsión del sonido, fruto de su profunda comprensión de la partitura. La segunda creación, ejecutada por el acordeonista Pascal Contet, no difiere en exceso de otros acercamientos al instrumento, más empeñados en insistir en sus concomitancias con la sonoridad electrónica que en proponer una partitura verdaderamente ambiciosa.

El cuarteto de saxofones Habanera clausura el álbum con Propaganda (2008) obra que, junto con It, justifica por sí sola la adquisición del disco. Escrita para cuarteto de saxos y electrónica, Bedrossian trabaja en el subrayado de la homogeneidad tímbrica, la elasticidad y la capacidad para metamorfosear ambos universos (el instrumental y el digital) creando sinestesias y desarrollando texturas que tan pronto entran en conflicto como se unifican sónicamente. La huella de la saturación es audible desde el primer instante en una obra que surge como un disparo y que evoluciona con una tosquedad pretendida cayendo en instantes concretos en el puro ruidismo acústico. A la vanguardia le ha salido un retoño. Aquí están sus primeros balbuceos. Toca actuar de abuelos y seguir de cerca cómo evoluciona. Ya esperamos con expectación los anunciados monográficos Cendo y Kourliandski.

25 nov 2009

Chorro de luz. Descarga los programas (II)

Con frecuencia irán apareciendo en la web enlaces para descargar las ediciones del programa dedicado a la música de vanguardia Chorro de luz, que cada lunes (y sábado en su repetición) se emite en directo en Radiópolis (98.4 FM en Sevilla) y también en Internet.


Chorro de luz 4 (051009)
Domenico Sciajno / Alvin Curran: Our Ur (fragmento)
Toshio Hosokawa: Like a breath in the light
Robin Hoffmann: Locken
Wolfgang Rihm: Sotto voce 2 Cappricio
Frédérick Khan: LandscapeEnlace para descarga: http://www.megaupload.com/?d=01ENPUWP

Chorro de luz 5 (191009)
Luis de Pablo: Saturno
Carlos Galán: Trinadeset
David Monacchi: La selva degli orologi
Francisco López: Untitled #188
Matthieu Lévesque: Nouvelle maternite
Tan Dun: Sinfonía 1997 (Song of peace)
Enlace para descarga: www.megaupload.com/?d=CNPR31BY

Chorro de luz 6 (261009)
György Ligeti: El Gran Macabro (Obertura)
György Ligeti: Atmósferas
Helmut Lachenmann: Toccatina
Carl Stone: Wall me do
Franck Bedrossian: Transmission
Olivier Messiaen: Feuilles inédits
Enlace para descarga: http://www.megaupload.com/?d=ODHGZL4A