Sound-In 2012
(S-I2012CD)
Uno
de los proyectos más interesantes para la nueva música que han
surgido en época reciente –lo que lo convierte en una aventura
todavía mayor- se llama Sound-In, la sección dedicada al arte
sonoro y a las músicas experimentales de la Feria de Arte Múltiple Contemporáneo Estampa que se celebra cada otoño en Madrid. Se trata
de una iniciativa comisariada por el compositor y responsable del
espacio Ars Sonora de RNE-Radio Clásica, Miguel Álvarez Fernández
y por Anne-Françoise Raskin. Ellos son quienes mejor resumen el por
qué de su empeño: “Esta apertura del arte sonoro hacia un
universo en el que las denominadas artes visuales han gozado de una
destacada primacía está ayudando a despertar la curiosidad acerca
de unas prácticas entre un público que hasta ahora no había tenido
acceso a esta dimensión del arte contemporáneo”.
De
las dos ediciones celebradas hasta la fecha, en la última –que
tuvo lugar entre los pasados días 25 y 28 de octubre de 2012 en Matadero Madrid- estuvieron presentes organizaciones capitales para la
difusión de la música de hoy en nuestro país, caso de Musicadhoy y
de la Asociación de Música Electroacústica de España (AMEE),
sellos especializados; del veterano y esencial Verso al belga Sub Rosa pasando por el incipiente y modesto Luscinia Discos, galerías
de arte con presencia de creadores relacionados con el sonido, como
la Galería Weber-Lutgen y Sabrina Amrani, así como plataformas de
creadores, amén del lógico encuentro entre compositores,
musicólogos, periodistas musicales, etcétera.
Sound-In 2012. |
Clausurada
Estampa y, con ella, esta iniciativa, ¿qué nos queda a nivel
documental de esta experiencia a la espera de su reedición en 2013?
Pues el producto que de manera más clara puede retratar, si quiera
parcialmente, lo que fue Sound-In, esto es, un doble disco
espléndidamente editado, con un artwork que parece evocar la
tipografía e imaginería de las publicaciones futuristas de los años
20 del pasado siglo, en el cual, en el primer cedé, se compilan once
piezas de autores presentes en la cita como los veteranos Eduardo Polonio y Llorenç Barber y otros de la nueva generación como Isaac
Diego y Ferrer-Molina. En el segundo disco, se da cabida a
una decena de propuestas seleccionadas del denominado ‘programa
Sound-In para nuevos creadores’, fruto del taller realizado ad hoc
redundando en esa idea motriz que debe animar a cualquier evento de
estas características; no sólo el abrazo corporativo y el saludo
al mundo exterior, sino también, en la medida de las
posibilidades, el estímulo a los nuevos compositores.
Audición: En sí, Fernando Millán.
Descendiendo
al detalle, el primer disco se inaugura con la pieza Alba, con el
violonchelo de Sara Galán y el laptop de Edu Comelles. Música
ambient de ecos rurales (cencerros incluidos) que recuerda el
paisajismo ensimismado de Hildur Guðnadóttir. El cello, debidamente
modificado, acabará destilando residuos sonoros de querencia
industrial, todo en el escaso marco de unos ocho minutos que dejan
con ganas de más. A la muestra que presenta el Colectivo maDam le
falta una mayor definición; es válida como documento de concierto,
pero no sabemos realmente qué senderos transitan estos músicos.
Isaac Diego en Siete micropiezas para un banquete sonoro parece
invocar, ya desde su propio título, el espíritu de la Tabula Plena
del mítico Flatus Vocis Trio que crearan Bartolomé Ferrando, Fátima Miranda y Llorenç Barber. Pero en la obra de Diego el humor cede su
lugar a la estilización, como si aquella reunión pos-Zaj que,
dijimos, parece citar, se hubiera encontrado de frente con los Neue Vocalsolisten.
Colectivo maDam. Sound-In 2012. |
Del
ya tres veces citado en este texto Llorenç Barber se olvida a menudo
tanto su trabajo performativo como el puramente instrumental y fijado
(más o menos) ajeno al universo de las campanas. Realizada junto a
Montserrat Palacios, Sintagma, o sobre las mandíbulas del sonar nos
sugiere una competente manipulación de ruidos bucales, como un Jaap Blonk muy domesticado. Nos hubiera gustado que la edición fuera algo
más prolija en detalles e intenciones, pero la necesaria contención
presupuestaria no ha permitido desmanes literarios en el cuadernillo
que se adjunta. Josep Lluis Galiana (saxofones), Gregorio Jiménez
(objetos, laptop y electrónica) y Thomas Bjelborn (controladores Wii
y laptop) crean en INSIDE3 una singular improvisación –consola de
videojuegos mediante- en la que una primera parte instalada en el
free-jazz se abre camino hacia una conclusión de pura composición
acusmática y rutilante magnetismo.
El
veterano Wade Matthews (síntesis digital y grabaciones de campo) y
el guitarrista Javier Pedreira tejen en Ringing una meditativa
secuencia punteada por accidentes sinusoidales que, como otras piezas
del album, hubiera permitido un mayor desarrollo. Abismo concreto,
de Jazznoize, queda un tanto diluido en el fresco de propuestas por
su tono neutro, lánguido. Por último,
Josué Moreno clausura con flowing micros, una crepitante composición
electroacústica de intensa habitabilidad.
Inaugura
el segundo disco la argentina María Cristina Kasem con la pieza Ecos de lo
inefable, música de corte incidental, ambiciosa en su dramatico y
abisal tejido electrónico. Siendo magnánimos, lo mejor que
podríamos decir de El hombre más extraño del mundo, de Fernando Epelde, es que parece un trasunto pop, un esqueje hispánico de
alguna story de Robert Ashley. Pablo Sanz, en su Aeolian
Transmission, oscila entre el paisaje sonoro y su ulterior
modificación. Con un irrefrenable pulso rítmico de glassianas
reminiscencias, la Música para danza de This Day In, se acomoda más
en las órbitas de las Nuevas Músicas que, en España, tienen a su
principal valedor en el excelente y voluntariamente marginal Juan
Manuel Cidrón. De puntillas pasan por el oído tanto Ku'damm
Steel-life Sketches, de Gabriel Santander, como Gregorianal de Sergio
de Pablo. Reflujo (Reflux) de Jorge Marredo nos sitúa en el
epicentro de lo que parece ser un paisaje urbano y La traductora, de
Estel Boada, entronca con la estética de Epelde de una forma más
lograda, aquí hilvanando una amable fantasía robótica sobre la
tecnología. Fénixes, de Mateo Mena, es una intensa miniatura
entomológica de impecable factura y Camino a Lào Cai de Lucas Bolaño resulta una sugerente creación de escolástico arte sonoro.
Audición: Fénixes, Mateo Mena.
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