30 ago 2010

Jonathan Harvey, 'Speakings'



















Jonathan Harvey (1939-)
1.- Scena (1992) 16:11
2.- Jubilus (2002) 11:53
3.- Speakings (2007/08) 28:00
Elizabeth Layton, violín. Scott Dickinson, viola
BBC Scottish Symphony Orchestra. Ilan Volkov, director
AEON (1090)
Distribuye en España: Diverdi

El sello francés AEON insiste en su catálogo en la obra del compositor inglés Jonathan Harvey (1939) y tras la integral de sus Cuartetos de Cuerda -a cargo del Arditti Quartet- lanza ahora un álbum monográfico centrado en la voz, en la voz ausente, ya que en ninguna de las tres piezas que se recogen en él -Scena, Jubilus y Speakings- lo vocal hace convencional acto de presencia, más aun, en la tercera de ellas, se produce una asimilación entre sonido instrumental y sonido vocal cuyo resultado supone toda una novedad en el campo, no ya de la música contemporánea, si no directamente en el universo de la experimental music.

Técnicamente siempre complejo, el trabajo de Harvey bascula inteligentemente entre los senderos de la autodenominada escuela de la Nueva Complejidad (New Complexity) -representada por autores como Brian Ferneyhough y Michael Finnissy- y, en menor medida, los recorridos por algunos de los nombres de la posmodernidad inglesa como James MacMillan y John Taverner. Con los primeros comparte un gusto inequívoco por la precisión instrumental, por la mixtura de materiales y por lo imbricado de sus discurso y con los segundos guarda como punto de encuentro la significación espiritual de su música, donde el budismo -religión con la que mantiene una especial afinidad- cobra especial protagonismo.

De la unión de ambos posicionamientos estéticos surge, en todo caso, una personalidad sonora propia que podría admirarse, en el vasto mural de la música actual inglesa, como la de una figura capital y de enorme impronta, más cercano en ambiciones e impacto a la creación de Sir Harrison Birtwistle que a la de cualquiera de los compositores anteriormente citados.

En otro reciente registro del sello Wergo protagonizado por el conjunto Musikfabrik se recogía la pieza Sprechgesang -por cierto, título también del cedé- y obra que bien podía haber sido incluída en la novedad de AEON para alcanzar un cuarteto de ejemplares composiciones que proponen otros tantos acercamientos posibles a la voz humana. En Sprechgesang (2006/07), Harvey contrapone oboe y corno inglés con un grupo instrumental para trazar una meditación sobre la naturaleza del lenguaje como sonido abstracto, desarrollando así un agitado diálogo instrumental en el que, por medio de las inflexiones del doble instrumento solista, se consiguen imitar cualidades de la voz como la entonación, la melodía y hasta sus capacidades para crear ruído.

La primera tentativa de Harvey a la hora de asimilar texturas y timbres instrumentales con la voz se remonta a 1992, cuando escribe Scena, para violín y ensemble, pensando en Irvine Arditti, capaz de solventar las endiabladas filigranas que aguardan en un pentagrama que otorga al violín solista la capacidad de desarrollarse como si de un personaje lírico se tratara a través de cinco cuadros escénicos a los que Harvey se atreve incluso de dotar de cierto carácter programático y paisajístico. Pese a que la escritura, en algunos pasajes se inclina hacia cierta convencionalidad virtuosística, la conjunción en el aparato instrumental de guitarra y arpa permiten al autor crear iridescentes pasajes de ensoñación que colisionan con brusquedad con los abundantes estallidos del ensemble.


Jonathan Harvey

Diez años después surgirá Jubilus (2002) para viola y ensemble -de 12 minutos duración y no casi 25 como anuncia erróneamente la contraportada del disco- como prolonganción de una breve pieza para viola sola, Chant. Los primeros evocadores compases nos sitúan en medio de un clima de fuerte impronta religiosa en los que la viola convoca la imagen de un solitario monje en el Monthe Athos y sus formas de canto medieval melismático. Pronto el territorio sonoro se vuelve inestable y la sonoridad se transfigura para confrontarnos con otra religión a través de la visión, nuevamente evocada por la viola con la ayuda del conjunto, de un templo budista tibetano. Harvey aplica entonces a la escritura orquestal inflexiones propias de la tradición ritual Kagyupa que entroncan con un medido efectismo orquestal que se acentúa por medio de la intervención de diversos instrumentos de percusión orientales que empujan la narración hacia un estático y agudo final de enorme fortaleza climática.

Si la BBC Scottish Symphony Orchestra alcanza cotas de enorme competencia en las piezas anteriores -con la ayuda de los solistas de violín y viola respectivamente, Elizabeth Layton y Scott Dickinson-, es con la obra central del disco, Speakings, dirigida como las anteriores por un muy implicado en el repertorio actual Ilan Volkov, donde la producción se consagra como un disco esencial para cualquier interesado en comprobar una vez más como en la música de vanguardia continúan encontrándose hoy los mayores hallazgos artísticos.

Habrá quien pueda sentirse abrumado por el inmenso apartado teórico que antecede a una creación como Speakings (2007/08) para gran orquesta y electrónica, pero la escucha, precedida tal vez por una breve explicación, es más es que suficiente para corroborar el carácter de aventura en sí misma que implica una producción pionera cuyos resultados servirán, estamos seguros de ello, no sólo a Harvey si no también a ulteriores músicos para profundizar en los hallazgos aquí logrados.

Speakings gira alrededor del sentido de la palabra y del concepto de purificación espiritual, cerrando así una trilogía formada por otras dos piezas sinfónicas como son Body Mandala y ...towards a Pure Land -ambas en un registro monográfico Harvey del sello inglés NMC-. Desde su estreno se viene tildando la obra de "pieza revolucionaria" y, en muchos sentidos, no es para menos. En ella Harvey opera en el gran conjunto orquestal persiguiendo el objetivo de que la orquesta aprenda la palabra. El empeño no cristaliza en verbalización alguna, por el contrario al compositor le interesa indagar en las texturas que esta asimilación -gracias a la electrónica- provoca y, en conclusión, lo obtenido vendría a ser algo así como un estadio muy primigenio del habla, apenas un balbuceo.

Mediante análisis espectrales y una sofisticación tecnología verdaderamente apabullante, Speakings encierra en sus 28 minutos ecos de voces de bebés, de mantras y hasta de fragmentos de La tierra baldía de T. S. Eliot. Ostigadora y amenazante en una primera escucha, la obra es el mayor logro de Harvey hasta la fecha -con permiso de otras sensacionales partituras como Bhakti y Mortuos Plango, Vivos Voco- y en ella se maridan dos de sus grandes influencias en el campo musical: el tono hedonista y cromático de Olivier Messiaen y el carácter impetuoso y aventurero de Karlheinz Stockhausen, no por nada maestro del inglés. La belleza de la naturaleza, la contemplación de la orquesta como un organismo vivo, la visceralidad del ritual religioso y la complejidad formal como vehículo para conquistar nuevos territorios son lugares comunes en el catálogo de Jonathan Harvey que en este registro relucen con especial brillantez.

Audición 1: Jubilus (2002) for viola and ensemble


Audición 2: Speakings (2007/08) for large orchestra and electronics (I)

16 ago 2010

Luc Ferrari. 'Éphémère I & II'




















Luc Ferrari (1929-2005)
1.- Éphémère I 'L`ordenateur ça sert à quoi?' November 1974 27:03
2.- Éphémère II 'Lyon 75' November 1975 51:35
Tape & undetermined instrumentation
Alga Marghen (33NMN.081)
Distribuye en España: Arsonal

Cuando creíamos disponer de gran parte del catálogo de Luc Ferrari (París, 1929 – Arezzo [Italia], 2005) en términos discográficos y tras la reciente magna edición de diez compactos editada por el INA francés (L'oeuvre électronique), el imprevisible y referencial sello Alga Marghen se descuelga con una novedad absoluta que incluye dos piezas del hasta ahora ignoto ciclo Éphémère para cinta e instrumentación variable, sendos trabajos desubicados en el heterogéneo, vasto y apasionante universo del compositor francés que hoy, más de 30 años después de su concepción, suenan exultantemente nuevos y dan renovados argumentos a quienes consideramos que en el campo del avantgarde se han producido los artefactos sonoros más novedosos y atrayentes de las últimas décadas. Vaya de antemano, con una creación como Éphémère II, Ferrari profetiza el techno y hasta se pone varias millas por delante de las creaciones, habitualmente poco inspiradas, de los artistas adscritos más o menos militantemente a la denominada Escuela de Berlín.

Cofundador del Groupe de Recherches Musicales y pionero en múltiples campos: de la música electroacústica al arte sonoro pasando por la creación intermedia, Luc Ferrari también realizó aportes decisivos al concepto de la música concreta y, más allá, abrió camino en la propuesta de permitirnos oír desde una perspectiva estética los paisajes sonoros de la vida cotidiana (a este respecto, una creación como Music Promenade es decisiva). Pero también fue cineasta y documentalista, director de entidades y conjuntos musicales, académico y compositor de obras vocales, de cámara, orquestales y, por descontado, electrónicas. Con Hétérozygote (1963-1964), alcanza la madurez y el reconocimiento internacional. En esta pieza (para cinta magnética), Ferrari utiliza una serie de sonidos ambientales para crear un collage “organizado y poético”. Se trata así, de una de las obras más representativas del compositor, que frecuentemente empleó sonidos del mundo real en su lenguaje musical.

En la misma línea de esta composición, se puede enmarcar Presque Rien No.1, donde condensa 24 horas de sonidos ambientales tomados en una playa yugoslava, en 21 minutos, sugiriendo una serie de acontecimientos (nuevamente sin acento de trascendencia) en el tiempo. Es en esta obra donde más se aprecia la influencia de John Cage, concretamente el calado de su idea acerca de que la música es todo aquel sonido que nos rodea a lo largo del tiempo y del espacio, y que para escucharla tan sólo tenemos que pararnos y prestar atención.
 
Luc Ferrari

En perspectiva, la obra de Ferrari abarca desde los tempranos experimentos en el GRM hasta refinados aportes al arte radiofónico como prueba la seminal y poética L'escalier des aveugles (1991) pasando por collages que dan cuenta de sus propias experiencias vitales, como es el caso de Far-West News (1998) en la que se recopilan sonidos y pequeñas teatralizaciones de un viaje que el compositor realizó junto a su mujer por la zona oeste de los Estados Unidos en 1998. También hubo en su creación espacios abiertos para abordar géneros que, en principio, le eran ajenos como la música electrónica industrial, de la que es fiel reflejo la composición Dialogue ordinaire avec la machine (1984), pieza que será muy valorada por los miembros del grupo Kraftwerk. En el ámbito puramente instrumental, Ferrari dejó muestras de una lucidez extrema, tejiendo creaciones camerísticas como Didascalies y Tautologos III, partituras que combinan con una espontaneidad desarmante un discurso plenamente consciente de su vinculación con la modernidad y a la vez barnizadas con una calidez mediterránea, en fin, una claridad expositiva que pareciera desnudar la música de todo apunte de manierismo vanguardista.

Un as bajo la manga guardaban los archivos del compositor. Y es que, como ya se ha apuntado, la novedad que encabeza estas líneas supone uno de los aportes discográficos a la contemporaneidad más sorprendentes de este 2010. Éphémère I & II representan, cada una desde una forma diametralmente opuesta a la siguiente, un momento estético hasta ahora más o menos inédito asociado a Luc Ferrari. Incluso para quienes sabemos del carácter abierto, expansivo y nada adusto de su música, un disco como el presentado por Alga Marghen no deja de causar asombro. 

Éphémère I (L'ordinateur ça sert à quoi?) es una composición electrónica de 27 minutos concebida en 1974 y basada en la generación de un extenso drone sobre el que se superponen continuas capas de voces en distintos idiomas que se interrogan humorísticamente sobre la necesidad del uso de la computadora en la música. La fragmentación de la vocalidad y lo compacto del aparato textual no permiten asimilar nítidamente la narratividad del discurso produciéndose un efecto de continuum, como si de perennes e inabarcables olas de voces susurradas nos llegaran al oído sumiéndonos en un embriagante estado meditativo.

Tanto en ésta como en Éphémère II, Luc Ferrari permitió a los intérpretes una generosa capacidad de intervención, resultando así unas creaciones que oscilan entre la música improvisada y aquella fuertemente apegada al pentagrama, o en estos casos, a las instrucciones de acciones sonoras que el francés indica. En el futuro, el compositor no volverá a adentrarse en las posibilidades de la música libre, por lo que estas dos pioneras tentativas adquieren aún más fuerza expresiva por su impronta avanzada y por los soberbios resultados sonoros que alcanzan.

La segunda pieza del ciclo es toda ella, en su concepción, una total aventura en el sonido cuyo resultado se encuentra en las antípodas de lo que la vanguardia oficial venía ofreciendo en aquellos años. Éphémère II (o Lyon 75, cuyo subtítulo data, con lugar y fecha, la única interpretación registrada de la composición) deviene en una extensa pieza para cinta de 51 minutos con improvisación de guitarra eléctrica.

La estructura electrónica de la composición puede retrotraernos a algunas piezas tempranas del minimalista norteamericano Terry Riley, pero también se encuentran en ella no pocas concomitancias con sonoridades provenientes de artistas más alejados de la escena académica como Harold Budd y sus primeras experiencias improvisatorias con sintetizadores e incluso Tangerine Dream, con quien Ferrari coincide parcialmente al dotar Éphémère II de un tono marcadamente procesual y secuencial, donde la música se va construyendo muy lentamente a partir de una sonoridad estática que luego adquiere livianos tintes rítmicos y sobre la que se van añadiendo nuevos timbres. A partir del minuto 42, el ataque de un bajo de guitarra harán pensar en un temprano Mike Oldfield y toda la sección final podría fácilmente causar la adhesión inmediata de los degustadores de nuevas músicas. Tal cóctel de influencias es pasado por el tamiz de Luc Ferrari, quien continúa demostrando su magisterio creativo por encima de dogmas y escuelas. La edición del álbum, limitada a 500 copias que pronto estarán agotadas, resulta tan primorosa y encantadoramente retro como vienen siendo las presentaciones del sello que dirige Emanuel Carcano y cuyo nuevo aporte al conocimiento del genial compositor francés viene avalado por la propia esposa del músico, Brunhild Meyer-Ferrari, quien ha dado acceso a estas dos joyas de su catálogo que, estamos seguros, con la modestia que caracterizaba a Ferrari, es más que probable que éste considerara menores.

Audición: Éphémère I 'L`ordenateur ça sert à quoi?

6 ago 2010

Chorro de luz. Descarga los programas (X)

Con frecuencia irán apareciendo enlaces para descargar el programa dedicado a la música de vanguardia Chorro de luz, que cada lunes a las 17.00h (y viernes en su repetición a las 15.30h) se emite en directo en Radiópolis (98.4 FM en Sevilla) y también en Internet.


Chorro de luz 33 (100510)
Entrevista con el compositor Carlos Galán
Gesto op. 60, música matérica XX
Noche Oscura, op. 50, música matérica XVIII
Iris, op. 49a, música matérica X
Alisios op 45. Interludio matérico II, música matérica VII 

Chorro de luz 34 (170510)
Wittener Tage für neue Kammermusik 2009 (I)
Christina Kubich: Brunnenlieder
Elliott Sharp: The Boreal 
Matthias Kaul: Listen and taste
Emmanuel Nunes: Tissures
Bernhard GaNder: Schlechtecharakterstücke

Chorro de luz 35 (240510)
Wittener Tage für neue Kammermusik 2009 (II)
Daniel Ott: Blick Richtung Süden
Hèctor Parra: Fragments on fragility (Arditti Quartet)
Gijsbrecht Royé: [zonder titel]
Georges Aperghis: Dans le mur

Chorro de luz 36 (310510)
Monográfico Galina Ustvolskaya (I).
En conversación con el filósofo y crítico musical José Luis López López
Composición II (Dies Irae)
Sonata nº6
Composición III 'Benedictus, Qui venit'
Preludios (I-III)

Chorro de luz 37 (070610)
Monográfico Galina Ustvolskaya (II)
Sinfonía nº4 'Plegaria'
Octeto
Sonata nº3
Sinfonía nº5 'Amen'