Malin Bång |
Con un lenguaje rotundamente radical en cuanto a la búsqueda experimental que abandera con su música, la compositora sueca Malin Bång (1974) es actualidad por un doble motivo. De un lado, el sello NEOS ha publicado recientemente el disco monográfico structures of light and spruce; de otro, el Festival de Donaueschingen estrenará este año en su concierto inaugural la obra orquestal splinters of ebullient rebellion. Sobre ambas realidades conversa en las siguientes líneas, también lo hace al respecto de su actitud absolutamente militante en la creación que no desdeña reflexiones pragmáticas en torno al mundo que vivimos.
Su primer disco monográfico en el sello NEOS contiene cinco piezas que cubren un arco temporal que va de 2011 a 2017, de structures of molten light a jasmonate. ¿A día de hoy se identifica con todas ellas?
Malin Bång: Me veo representada en todas y cada una de ellas, incluso en aquellas piezas compuestas hace mucho tiempo y basadas en estéticas que ya no practico. Cada obra representa un momento concreto de mi viaje compositivo, habla de mi pasión y mi enfoque en diferentes periodos de tiempo. Las piezas del álbum son todas ellas muy relevantes y han sido seleccionadas para mostrar también mi estrecha relación con el grupo Curious Chamber Players, con el UmeDuo y con la violinista Karin Hellqvist.