7 abr 2010

Peter Ablinger, 'Voices and Piano'



















Peter Ablinger (1959-)
1-19.- Voices and Piano (since 1998) 75:50
for piano and loudspeaker
Nicolas Hodges, piano
Kairos (0013082)
Distribuye en España: Diverdi

He aquí un compositor difícil. Si por ello se entiende acepciones como ‘poco accesible, críptico’. ¿Es siempre así la música contemporánea? En modo alguno, inestable sí, arriesgada también, pero detrás de cada escollo aguarda (casi siempre) una grata experiencia. La aventura de la escucha. El austriaco Peter Ablinger (1959) no pone las cosas fáciles. No tendría por qué ser de otro modo pero en su caso la propuesta habitúa a ser siempre especialmente arisca.

Antes de este cedé que ahora presenta Kairos, el sello Mode publicaba una selección de su ciclo para guitarra eléctrica y CD. 33-127 (2002) es, digámoslo ya, una de las invitaciones discográficas más crispadoras de los últimos años. En ella, Ablinger contrapone una sencilla escala inamovible en la guitarra con pequeñas, atomizadas explosiones de ruido. El desarrollo, por inexistente, y la simplicidad extrema de los materiales en juego exigen una voluntad grande al auditor, quien asiste pasmado e inquieto a un recital que parece no tener principio ni fin.

Los comienzos del músico ya parecen situarnos ante una personalidad culturalmente compleja: practicó la electrónica experimental, el minimalismo y la música concreta, cursó estudios con dos importantes nombres de la facción más cerebralista de la vanguardia europea –Gösta Neuwirth y Roman Haubenstock-Ramati– y ha trabajado arduamente con el ruido pensado simbólicamente, para poder significar y representar conceptos tan dispares como el caos, la energía, la entropía, el desorden, la protesta y la destrucción.

Peter Ablinger

Buena parte de estos conceptos están presentes en primer plano en el excelente disco que Ablinger publicó en el sello discográfico de la compositora María de Alvear World Edition. Weiss / Weisslich (1992-96) partía de una indagación ecoacústica (la naturaleza es otro interés principal de Ablinger) en la que el ruido blanco provenía de la interacción microfónica en grandes espacios abiertos insertos en bosques. De las diferentes situaciones sonoras provocadas por elementos como la agitación del viento sobre las copas de los árboles y el agua nacía después la pieza con la que se abre el cedé, convenientemente modificada, y que posteriormente se integraba en la composición, cercana al concepto de drone music por la total continuidad que propone Nerz und campari, fiel reflejo de la concepción de Ablinger para quien "la música no es un lenguaje si no una sucesión de eventos en continua condensación y transformación".

Otro escalón discográfico lo propuso un temprano registro de Kairos. En él el compositor austriaco presenta una de las creaciones mayores de su catálogo, Quadraturen IV (autorretrato con Berlín) (1995-98) para ensemble y cd. En ella el músico se entrega a la elaboración de un sonido minado de aristas, grotesco por momentos, en donde el campo instrumental lucha contra unas sonoridades electrónicas que parecen dibujar un apocalíptico Berlín. Resulta curioso comprobar en el mismo cedé, como la más temprana Der Regen, das Glas, das Lachen (1992) presenta un lenguaje todavía en formación, con reminiscencias de la escuela espectral -algo bastante ajeno al Ablinger posterior- pero ya con una orografía palpitante, presagio de la violenta ruptura que luego sufriría su música.

Y asi llegamos al más reciente registro Voices and piano, título de un ciclo para piano y altavoz en desarrollo que el músico viene componiendo desde 1998. 19 piezas son las que el pianista Nicolas Hodges ha seleccionado. A cualquier efecto es conveniente señalar el esmerado e interesante análisis que el musicólogo José Luis Téllez hizo recientemente al respecto de esta composición en el Boletín Diverdi. Efectivamente, y recogiendo parte de su pensamiento, Ablinger opera aquí traduciendo la palabra hablada a grafía musical con la intención de que el pianista acompañe, en forma de eco, de sombra, la voz que recorre cada pieza.

Lo de menos será el contenido semántico, lo más importante aquí es el acento que cada "invitado" pone en su recitado. Invitados todos ellos de gran peso histórico que van, en el cedé que comentamos, de Bertol Brecht a Pier Paolo Pasolini pasando por Morton Feldman, Mao Tse-Tung, Jean-Paul Sarte y Orson Welles entre otros muchos. En la mayoría de los casos los fragmentos vocales que se nos ofrecen están huérfanos de contexto y no sabemos a qué aluden, en otros la imposibilidad de comprensión del idioma supondrá otra perseguida barrera. Ablinger reivindica la "palabra vacía" y con ello parece estar también abanderando la defensa de la poesía fonética y del dadaismo. Lo fascinante es comprobar la rotunda melopea de Brecht, la musitada intervención de Guillaume Apollinaire, la suplicante voz de la Madre Teresa... Ablinger no manipula jamás la voz, la expone tal y como fue recogida originalmente, lo que sí hace es transformar la sintaxis en una prosodia instrumental y meramente decorativa. El teclado de Hodges reproduce el ritmo, las pausas, los acentos, los accidentes (tos, respiración agitada...) y la curva melódica de cada "locutor". El resultado, a ratos fascina, en algunos momentos irrita, pero plantea una experiencia nueva, la traducción, sílaba a sílaba, de palabras a-musicales en sonidos, en principio, a-musicales.

"En ocasiones me pregunto dónde reside la música en Voices and piano. Parece claro que no está únicamente en el piano, tampoco en la voz grabada. La música está en la relación entre las dos partes, en el contrapunto, en el desencuentro". Peter Ablinger.

Audición: Mao Tse-Tung (Voices and Piano)

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